NACE LA FERIA DE HOGUERAS DE LA PLAZA DE TOROS DE ALICANTE

CON EL FÍN DE LA GUERRA LA PLAZA DE TOROS VOLVIÓ POR SUS FUEROS, SE INSTITUCIONALIZÓ LA FERIA DE HOGUERAS 

ALICANTE SE SUMABA ASÍ AL CIRCUITO DE GRANDES FERIAS

Poco a poco la vida, en la medida de lo posible, se fue normalizando. Se trataba de olvidar los tan duros años de la Guerra y una de las actividades favoritas de los alicantinos seguía teniendo como escenario la Plaza de Toros.
Una Plaza, cuya propiedad pasó a manos de la familia Escoto y la explotación de la misma a don Alfonso Guixot, que abría de nuevo sus puertas para la celebración de un espectáculo taurino el 25 de junio de 1939.
En el cartel anunciador figuraban, para lidiar reses de Alipio Pérez Tabernero, 8 matadores, Marcial Lalanda, Pepe Bienvenida, Curro Caro y Juan Belmonte Campoy, el hijo del pasmo de Triana.
Todavía ese año se darían otras 2 corridas de toros los días 20 de agosto y 17 de septiembre, con Cagancho, Pepe Bienvenida y Curro Caro la 1ª tarde y Lalanda, Vicente Barrera y Rafaelillo en la 2ª, dos novilladas, en la 1ª de las cuáles se presentó en Alicante Luis Miguel González Lucas, el menor de los hermanos Dominguín, anunciado entonces como Dominguín Chico, una becerrada y una desencaojonada.

Y con el nuevo año llegaría también uno de los acontecimientos que más huella iban a dejar en la historia taurina de esta ciudad: el nacimiento de la Feria de Hogueras.

Hasta entonces la festividad de San Juan se saldaba, y sólo desde finales de la decada de los 20, con un festejo o, a lo sumo, dos, puesto que la gran festividad taurina era el día de San Pedro. Pero tras el final de la contienda civil, las autoridades tratan por todos los medios de devolver a los ciudadanos sus fiestas y costumbres.  Y así, el alcalde de Alicante, Ambrosio Luciáñez, encargó que se organizase una feria taurina, tal y como ya existían en muchas poblaciones y ciudades españolas, haciéndola coincidir con la celebración de las fiestas de Hogueras.
Ramón Guilabert, José Romeu Zarandieta y Tomás Valcárcel fueron los encargados de hacer realidad aquella orden y aquel deseo.
Una Feria que aquel año estuvo compuesta por 2 corridas de toros. La 1ª de ellas fue ya todo un acontecimiento, puesto que suponía la presentación en esta Plaza de quien era la gran figura del momento, Manuel Rodríguez "Manolete". Fue el día 23 de junio, y el torero cordobés estuvo acompañado por Domingo Ortega y Pepe Bienvenida en la lidia de toros de la ganadería del primero.
La 2ª corrida programada aquella temporada de 1940 -que se cerró con una novillada con picadores para recaudar fondos destinados a las reconstrucción del Monasterio de la Santa Faz y que se llevó  a cabo el día 10 de noviembre- en esta primero Feria de Hogueras, se celebró el día 24 con un cartel casi idéntico, puesto que repitieron Domingo Ortega y Manolete, sustituyendo M. Lalanda a Bienvenida. Se lidiaron aquel día toros del Conde de la Corte y Manolete resultó herido por su primero, siendo trasladado a la enfermería y no pudiendo ya lidiar al 2º de su lote.
Pero también los días previos a los que sería en si aquel serial tuvieron como la Plaza de Toros, y, por ejemplo, el 22 de junio fue una jornada repleta de actos, destacando el festival en el que las bellezas de los distintos distritos fogueriles desfilaron en carruajes, no faltando las bandas de música, los nanos, changats y una demostración del evento de Moros y Cristianos, viniendo desde Alcoy varias filás de ambos bandos.
Durante los 2 años siguientes se repitió la misma fórmula, dos corridas de toros con ganaderías de fama y postín -Miura y Pablo Romero, por ejemplo, repitieron esos dos años- y los diestros de mayor cartel y tirón de aquellos años: Juanito Belmonte, Pepe Luis Vázquez, Vicente Barrera, Gallito, Andaluz...
En 1942 ya se incluyó en la feria de Hogueras la corrida del día de San Pedro y hasta bien entrada la decada siguiente la tónica imperante fue esa; 2 o 3 festejos, incluyendo ya una novillada con picadores para incluir a diestros de la tierra, ya que a partir de los años 40 la nómina torera alicantina comenzó a aumentar de manera notable, actuando durante estos años, con más o menos frecuencia y fortuna, novilleros como Pepe Ripoll, Francisco Rodríguez "Niño de la Alhambra", Abaito, Arturo Celdrán, Antonio Vargas, Francisco Esplá, Pepe Manzanares o Juan Vercher.

Pero los nombres que seguían llevando gente a los tendidos y llenando la Plaza eran los de las figuras del momento, Lalanda, Gallito, Domingo Ortega, Luis M. Dominguín, Pepe Luis Vázquez, Gitanillo de Triana, Pepín Martín Vázquez, Carlos Arruza, Parrita y, desde luego, Manuel Álvarez "Andaluz" y Manolete, dos diestros que dejaron profunda huella en los aficionados alicantinos. El 1º cuajó, a un toro de Carmen de Federico, "Otorgado", una de las más grandes faenas ejecutadas en esta Plaza -dicen que fue la más importante en la carrera de dicho diestro- y por la que pidieron los trofeos antes de que entrara a matar.

Fue el día de San Pedro de 1943, y la única vez que se celebró la cremá de las Hogueras en tal fecha al coincidir aquel año el día 24 de junio con la festividad del Corpus.
El día anterior Manolete, que a lo largo de su carrera actuó en 12 festejos en la Plaza de Toros de Alicante, dejó para los anales del toreo una actuación antológica ante toros del Conde de la Corte, de los que se llevó las 4 orejas, los 2 rabos y dos patas, siendo proclamado por el periodista Ricardo García K-HIto, presente en aquella función, como "Monstruo", apelativo con el que fue conocido, en todo el mundo, a partir de aquella tarde.

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