DE LAS PRIMERAS PLAZAS DE TOROS EN ALICANTE A LA ACTUAL

Plaza de Toros proyectada por Emilio Jover

LA POPULAR AFICIÓN PROMULGABA LA INSTALACIÓN DE PLAZAS DE TOROS PROVISIONALES EN ALICANTE

En el siglo XIX se montaron plazas provisionales de madera en diferentes puntos de la ciudad, como en la Plaza de las Barcas o la de La Posada de San Francisco.

Plaza de Calvo Sotelo por donde se accedía al Coso de la
posada de los Vassallo
Las fuertes lluvias que cayeron en 1817 terminaron ocasionando una riada que, además de convertir en una auténtica laguna la parte baja de la ciudad, arrasó la frágil estructura de la plaza de las Barcas.
Fue entonces el arrabal de San Francisco el lugar elegido para, en la calle Gerona, levantar una nueva plaza, instalada en el patio de la posada de San Francisco o de los Vassallo, por ser este el nombre de los propietarios de esta finca, situada en lo que hoy es el Ambulatorio Santa Faz de la Seguridad Social.
Esta plaza tenía una muy limitada capacidad, dados los condicionantes del terreno en el que se construyó, por lo que las funciones en ella dadas tuvieron escasa rentabilidad y, por tanto, pronto se arrumbó su uso.
Por fin en 1839 se construye una, con carácter permanente, en la plaza del Barranquet, hoy de Ruperto Chapí.
Esta primera plaza  de toros estable fue de madera. Se construyo en el paraje del Barranquet y su capacidad era de 5.000 localidades.
En 1839 se constituyó una empresa integrada por varios comerciantes alicantinos, de la que fue nombrado presidente José Antonio Puigcerver, aunque su existencia se limitó a dos años. Fue inaugurada el 13 de Julio de 1839. Este hecho fue publicado en el B.O.P. nº 546 del 7 de julio de 1839.
Se lidiaron 7 toros y comenzó a las cuatro de la tarde. En primer lugar estaba anunciado el torero Francisco Montes "Paquiro", pero al estar éste herido, fue sustituido por Juan Pastor "El Barbero" (que llega a figurar en el cartel anunciador de esa tarde), discípulo  de Juan León.
Paquiro que cobraba 1.000 pesetas por corrida, actuó finalmente el 27 de julio  de aquel mismo año, matando en solitario toros de la viuda de Lesaca, Francisco Javier Andrade, viuda de Cabrera y Daniel Barqueto.
En dicha función se lidió un toro "Señorito", que se haría famoso y digno de figurar en las antologías de toros célebres, puesto que tomó nada menos que 20 varas.
Para festejar el final de la guerra carlista hubo fiestas del 20 al 25 de octubre de aquel mismo año, dándose también una corrida de toros el día 20 de octubre, en la que volvió a tomar parte Paquiro.
Aún actuaria el torero chiclanero en esta plaza en julio del año siguiente, poco antes de que su principal propietario decidiese desmantelarla, construyendo con su madera, según la tradición, una goleta, La Seca, que hacia la ruta Alicante-Cuba.
En 1847 el arquitecto alicantino Emilio Jover, autor también del Teatro Principal en el 1846, acomete la construcción de la 1ª Plaza de Toros de verdadera importancia habida en Alicante, la del Raval de San Antón (cimientos de la actual).
Tenia capacidad de 10.000 localidades. Para su puesta en marcha se unieron en sociedad constructora: Juan Bautista Bassecourt, Conde de Santa Clara, Juan Maisonnave, Gabriel Américo y Mrtnez, Tomás España, José Bas, Antonio Ferrer, Pedro Brugado, J. Antonio Puigcerver y José Minguilló.
Trás dos solicitudes del permiso Real, necesario, comienzan a excavarse los cimientos el 14 de septiembre de 1847 finalizando las obras en menos de 2 años.
La Plaza de un solo piso alcanzaba los 11 metros de altura con 14 gradas y 45 metros de diámetro de redondel. No tenía enfermería (se traía un botiquín del Hospital de San Juan de Dios) ni desolladero, llevándose los toros uno a uno, en carros al Matadero Municipal. Tampoco había nada más que un corral para los toros, por lo que se habilitaron unos cercados en la llamada Casita Blanca, donde estaba entonces el deposito de agua que abastecía a la ciudad.
La tarde inaugural, el 15 de julio de 1849, se corrieron 9 toros de la ganadería de Gaviria, Osuna y Veragua, siendo sus matadores Cayetano Sanz y Manuel Díaz "Lavi".
Este nuevo recinto fue, a su vez, escenario de otros muchos espectáculos, y así, en 1878, en el ruedo la exótica compañía acrobática y de gimnástica árabe de la tribu de Benizong desplegó sus habilidades, entre las que se anunciaba el "vuelo sin alas" de la esposa e hijas del director de la compañía.

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Plaza de Toros de Alicante
Dos años más tarde, la famosa funambulista Madamme Escotti cruza el ruedo de parte a parte y en 1883 el intrépido capitán Juan Milá lograba abarrotar los tendidos de gente ansiosa y expectante por contemplar las ascensiones de sus globos aerostáticos, el "Ville de Paris" y el "Relampago", lo que llevó a cabo nada menos que 12 domingos seguidos, precedido por actuaciones de títeres y payasos.
También otros espectáculos el Hombre Cañón, el domador de fieras Mr. Malleu, Hugo Ancillotti, equilibrista en monociclo, o Miss Loreley, la mujer pez, que "en un acuario de 4.000 litros de agua ejecuta trabajos de gran mérito y resistencia pulmonar que han sido admirados en todo el mundo" como rezaba la publicidad de entonces, se dieron en la Plaza.
No obstante empieza prematuramente a presentar desperfectos y agrietamientos, lo que obliga a suspender la celebración de corridas de toros durante el 1885.
Se emprenden obras de reforzamiento y reforma para ampliar su aforo, trabajos que duran 3 años.
En este espacio de tiempo se producen 2 proyectos para construir una nueva plaza, una en el barranco de Benalúa y otra en el pueblo de San Juan.





Prosperó finalmente la idea de estos últimos y se levantó una modesta plaza de madera y mampostería de 2 pisos con un aforo de 3.000 espectadores, que fue financiada por la S.A. Sala Hermanos y Cia.

Se inauguró en 1886 aunque su existencia fue corta ya que dos años más tarde se inaugura la nueva Plaza de Toros de Alicante.

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